¿CÓMO SE HIZO INMORTAL EL DAIQUIRÍ?’

 

CONSTANCE, PAPÁ HEMINGWAY, Y  FLORIDITA

 

 

Buenos días estimados lectores. Verano, playas y mar, son sinónimos de Daikiri, probablemente el cóctel más conocido, y versionado, en el mundo. Aunque su historia, no comenzó ni en La Habana, ni en el siglo XX, fue allí donde se hizo inmortal, en la barra de un legendario bar de la Ciudad Vieja, por el encuentro entre un barman, y un escritor.

 

 

Pero lo primero, es lo primero, y antes de comenzar nuestra historia, es hora de aclarar que Daikiri, se escribe: Daiquirí, en español y con acento en la última “i”.

 

 

Constantí Ribalaigua i Vert, más conocido como Constance, entró a trabajar a Floridita en 1914, como cantinero. Cuatro años después ya era dueño del local, donde en los años veinte hizo famoso, en el mundo entero, la receta del Daiquirí Frappé nº 4.

 

El bar Floridita, en su época dorada. La revista Esquire lo consideró en 1953 uno de los bares con más clase del planeta, junto al Pied Piper Bar de San Francisco, el Ritz de París y Londres, y el Club 21’s de Nueva York.

 

Fue inmortalizado, por la pluma de  Ernest Hemingway, en su novela Islas en el Golfo“…había bebido dobles daiquiris helados, de los grandiosos daiquiris que preparaba Constante, que no sabían a alcohol, y que al beberlos daban una suave y fresca sensación. Como el esquiador que se desliza desde la cima helada de una montaña en medio del polvo de la nieve”.

 

 

El cantinero y antiguo dueño del Floridita, descansa en el Cementerio Colón de La Habana. Había nacido en Lloret de Mar, España en 1888, once años antes que Hemingway, y murió también nueve años antes, en 1952, dejando un huérfano de ocho años.

 

 

El escritor, en un párrafo en el que parece hablar de sí mismo, y no de su personaje Hudson, escribió en la misma novela: “La bebida no podía ser mejor, ni siquiera parecida, en ninguna otra parte del mundo… Hudson estaba bebiendo otro daiquiri helado y al levantarlo, pesado y con la copa bordeada de escarcha, miró la parte clara debajo de la cima frappé y le recordó el mar”.

 

Hemingway se suicidó el 2 de julio de 1961, en su casa de Ketchum, Idaho.

 

FLORIDITA, LA HABANA, CUBA

 

 

Ubicado entre las calles Obispo y Monserrate, en La Habana, Floridita abrió su puertas, hace más de dos siglos, en 1817. Primero se llamó La Piña de Plata, más tarde La Florida y después, Floridita. Allí, el escritor pasó 30 años, bebiendo a sorbos su trago favorito con un brazo apoyado en la barra.

 

Equipo de cantineros de Floridita, en los años cincuenta. El tercero por la izquierda es Antonio Meilán, sobrino de Constante, quien lo sucedió a su muerte.

 

Si ustedes, queridos lectores, entran a tomar un cóctel le verán, porque una estatua a tamaño real, recuerda en el sitio exacto, en el que degustaba la bebida.

 

Felicitación de Hemingway y Gary Cooper al Floridita por el nuevo año, en 1951.

 

A Hemingway le encantaba invitar a sus amigos al local. Pagaba una vez al mes y solía llevarse en una coctelera un trago extra en su descapotable hasta Finca Vigía, su casa en el pueblo de San Francisco de Paula.

 

Foto dedicada por Hemingway al periodista cubano Fernando G. Campoamor, uno de sus grandes amigos en Cuba.

 

“No le gustaba que lo molestasen y a veces tenía un mal genio del demonio”, dijo de él su amigo Campoamor, quién bautizó cariñosamente a Hemingway The ugly bastard, el bastardo feo, tras verle desalojar a puñetazos, a un borracho de una banqueta.

 

Hemingway y Fidel Castro, durante un torneo de pesca en La Habana.

 

¿Qué tiene de diferente, el daiquirí del Floridita? Nada y Todo. Los  ingredientes son los mismos con que nació: ron, limón, marrasquino, el licor de cerezas negras amargas, con miel, y azúcar.

 

Hemingway, en su lugar preferido del bar.

 

El  encanto, que lo hace diferente, proviene de una historia que comenzó en la década de 1930, cuando dos hombres, cada uno a un lado de la barra, dieron fama internacional al daiquirí.

 

Constantí se convirtió en una leyenda, durante la época de la Ley Seca, en Estados Unidos (1920-1933).

 

Quién lo preparaba, era Constantino Ribalaigua, considerado el padre de la cantina en Cuba, y el rey de este trago. Y quién lo bebía, el escritor Ernest Hemingway, a pedido del cual, diseñó la variante Papa Doble o Papa Hemingway, con doble ron y sin azúcar.

 

 

Hemingway convirtió El Floridita en “su lugar”, y a la barra, en su atalaya. Allí llevó a innumerables famosos: el duque de Windsor, Jean-Paul Sartre, el boxeador Gene Tunney, Luis Miguel Dominguín, Gary Cooper, Ava Gardner, Tennessee Williams y Spencer Tracy.

 

Hemingway y Spencer Tracy, en Floridita en 1955, cuando se rodaba en la isla la película ‘El viejo y el mar’, basada en la novela del escritor, que le sirvió para ganar el Premio Nobel de Literatura, un año antes.

 

Éste último convenció a Hemingway, en El Floridita, que era el actor adecuado para representar el personaje de su obra “El viejo y el mar”, por la que obtuvo su premio.

 

UNA  HISTORIA PARA VER

PRESENTACIÓN DEL FILM DE RAMÓN VILARÓ

 

 

El documental Constante y el Floridita de Hemingway, tiene guión y dirección de Ramón Vilaró, corresponsal desde 1976 a 1989, del diario “El País” en Bruselas, Washington y Tokio. Y Se proyectó en la Sección Cinema Cocina del 23º Festival de Málaga, el 30 de agosto de 2020.

 

DOSCIENTOS AÑOS DE HISTORIA

 

 

Video documental del 16  de agosto de 2017 por los doscientos años del Floridita de la Habana (EFE con Imágenes de Felipe Borrego).

 

HISTORIA DEL FLORIDITA

 

 

TOME DAIQUIRI EN EL FLORIDITA, COMO HEMINGWAY

 

 

Anita con swing, antes conocida en las redes como La Cubana en España, tiene en @AnitaconSwingOficial, 137,000 suscriptores

 

UN FINAL QUE ABRE OTRA  HISTORIA

 

 

El daiquirí se volvió inmortal, y alcanzó fama mundial, gracias a Constantí, Hemingway, y el Floridita. Pero ellos no fueron sus creadores, ni La Habana, su lugar de nacimiento. A 510 km de distancia, en una mina, que tenía una Playa, y de la mano de un joven ingeniero inglés, durante la segunda mitad del siglo XIX, ya había nacido.

 

 

La Playa de Daiquirí, en Santiago de Cuba, fue el lugar que originó este cocktail, y el que le dio su nombre. Pero esa, es otra historia, que muy pronto publicaremos.

 

 

Emilio R. Moya

 

 

Fuentes: citadas y enlazadas en la nota

 

 

 

 

Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

NODO norte

Un suplemento del Diario La Capital

@nodonorteok
NODO norte
Tienda Objetos Deco Deli Catas Eventos