LLEGA LA FERIA DE ABRIL
Buenos días, estimados lectores.
La Feria de Abril, en Sevilla, es un símbolo de la gastronomía andaluza.
Sin la comida y la bebida, no se entendería una festividad con casi dos siglos de historia.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, es una de las fiestas más importantes del mundo.
Y seguramente, la más espectacular.
Por ese motivo, queridos lectores, este año vamos a hacer una cobertura especial, que iniciamos hoy.
Se celebra anualmente en primavera, después de la Semana Santa.
Comienza un sábado por la noche, con el popular alumbrado.
Cuándo se encienden las miles de luces y farolillos, que aportan luz al recinto.
Tras una semana de fiesta, finaliza oficialmente el sábado siguiente.
Con un monumental espectáculo de fuegos artificiales, a orillas del río Guadalquivir
Durante esa semana, la capital andaluza se llena de lunares, flamenco, encuentros, alegría y mucha comida y bebida.
Porque entre baile y baile, siempre hay tiempo para una tapita o una copa.
De lo que se come, nos vamos a ocupar más adelante.
De lo que se bebe, trata nuestra nota de hoy.
UNA CIUDAD EFÍMERA
La Feria dispone de 450.000 metros cuadrados, en los que se levantan 1052 casetas.
La caseta es el hogar del sevillano, durante la Feria.
Allí, reciben a sus familiares y amigos.
Es donde se baila y donde se canta, desde la mañana hasta la madrugada.
Lonas verdiblancas, o rojiblancas, cubren estructuras de tubos, decoradas con encajes, cortinas y cuadros.
La mitad de ellas, pertenecen a familias. La otra mitad, son públicas.
Las casetas de acceso público, pertenecen a los distintos distritos municipales, entidades sindicales, partidos políticos y organizaciones sociales.
En ellas, el horario se restringe. Abren a las doce del mediodía y cierran a las tres de la mañana.
En las casetas familiares, no se cierra durante los siete días. Y a toda hora, hay actividades.
BREVE HISTORIA EN IMÁGENES
La Feria antes de la fotografía
Una caseta de finales del siglo XIX
Buñoleras en la Feria de Sevilla
Primera Feria del siglo XX
La reina Victoria Eugenia en la Feria de 1930 delante de la caseta Er 77 donde tomó una copa de manzanilla con unas aceitunas
El torero mexicano Carlos Arruza junto a la actriz Rita Hayworth en la Plaza de Toros de Sevilla en la década de 1950
Ava Gardner estuvo en la Feria de 1950
Brigitte Bardot en la Feria de Sevilla en 1958
Los príncipes de Mónaco en un enganche, Feria 1966
Jacqueline Kennedy y la duquesa de Alba en la caseta del Real Círculo de Labradores en la Feria de 1966
Jacqueline Kennedy en la Feria de 1966
¿QUÉ SE BEBE EN LA FERIA?
En la Feria se canta y se baila, pero sobretodo, se come y se bebe.
Se trata de una celebración en la que la gastronomía, es uno de los mayores atractivos.
Tanto para los sevillanos, como para los turistas.
Cada año, la Feria se convierte en el lugar perfecto, para probar platos típicos. Regados siempre con un buen vino.
Si bien los barriles de cerveza, no faltan nunca en la feria, no son parte de la tradición.
Lo que “toca” son los vinos y las copas.
El fino y la manzanilla, son dos vinos que pertenecen a la denominación de Origen Jerez-Xerez-Sherry.
Son originarios de la provincia de Cádiz.
La manzanilla, sólo se cría en las bodegas de Sanlúcar de Barrameda. Y el fino, en Jerez.
Así define Tim White, escritor australiano especializado en vinos, su resurgir.
“El fino y la manzanilla eran bebidas pasadas de moda, y asociadas con las personas mayores”.
“Sin embargo, gracias a las ferias andaluzas, esta imagen ha cambiado, popularizando cócteles como el rebujito entre los jóvenes”.
¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS?
LA BEBIDA MÁS POPULAR
Desde hace años, el rebujito es la bebida que más se bebe en la Feria.
El rebujito, es una mezcla de manzanilla, con jugo de lima y limón, o gaseosa, con mucho hielo.
No sólo entre los jóvenes, sino también entre hombres y mujeres, curtidos en muchas ferias.
En la Feria de Sevilla, es popular desde la década de los 90.
Su consumo hoy es habitual, en todas las ferias y romerías de Andalucía.
Si viajan a Sevilla, queridos lectores, no se vayan sin probar una jarra de rebujito.
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¿CÓMO PREPARAR EL REBUJTO?
Para hacer el rebujito sevillano, se necesita una jarra de cristal.
Se llena de hielo, hasta la mitad. Se añade un tercio de Manzanilla y los dos restantes, de refresco de lima limón.
Para terminar, un poco de hierbabuena.
COMING SOON
En unos días, publicaremos una nota dedicada a las comidas de la Feria.
La única Feria del mundo, donde todos los días, hay un plato de cuchara.
En la que se come desde el amanecer, hasta el amanecer del día siguiente.
Durante siete días.
¿Conocen un lugar mejor, para un viaje foodie?
Emilio R. Moya
Fuentes: citadas y enlazadas en la nota