EL DÍA DE LOS PRESIDENTES
Buenos días estimados lectores. Si ayer hablábamos de las peculiares costumbres argentinas, hoy nos toca hablar de las peculiares costumbres norteamericanas.
Asistimos en la actualidad a un mundo, en el que los países cada día que pasa se polarizan más en cuestiones políticas.
No se trata de izquierdas y derechas. O de capitalistas y comunistas como en tiempos de la guerra fría. El tema es mucho más profundo
Cada sociedad se está polarizando de alguna forma particular, pero con una matriz similar: nosotros o ellos. Los buenos frente a los malos. La verdad frente a la mentira. Los fieles frente a los infieles. El pueblo frente al No-pueblo.
En sociedades democráticas, teocráticas, oligárquicas, regidas por autarquías, dictaduras o monarcas tribales, el mismo fenómeno se repite.
Los estadounidenses han vivido este fenómeno, al igual que nosotros, desde su constitución como nación independiente. Pero lo han llevado al extremo.
En el siglo XIX tuvieron una Guerra Civil entre sus estados del Norte y del Sur, de una crueldad inimaginable. Hermanos contra hermanos, literalmente.
La batalla de Gettysburg en 1863 donde se perdieron cerca de 60.000 vidas entre ambos bandos en los tres días que duró
Y aun así estando en la actualidad, luego del paso de Donald Trump por la Casa Blanca, más divididos y polarizados que nunca, se permiten tener un Día de los Presidentes.
Imagine usted, estimado lector argentino, juntándose con su familia, en un almuerzo o cena de feriado largo. Y organizando el menú en charla previa:
-¿De entrada que comemos el plato predilecto de Mauricio o el de Cristina?
-No, mejor elijamos entre el de Domingo Faustino o Juan Manuel
-Para el plato principal yo propongo el de Juan Domingo o el de Raúl Ricardo
-Che, lo estamos dejando afuera al Tío Hector J. y a Marcelo Torcuato…
-¿Y si preparamos los Callos a la Madrileña de Isabelita…?
Se darán cuenta amigos lectores, que en Argentina, un Día de los Presidentes, terminaría a las piñas antes de empezar, y no precisamente de manera frutal.
Sin embargo, nuestros colegas del norte, por un día, priorizan el comer y el beber, por encima de cualquier otra cosa. Y ya sea por hache o por be, se juntan a morfar.
Como nosotros ya les contamos hace más de un año, lo que los presidentes comían en la Casa Blanca, hoy les contamos, lo que comen los americanos para recordarlos.
¿POR QUÉ SE CELEBRA EL PRESIDENT’S DAY?
El Día de los Presidentes, se celebra el tercer lunes de febrero, por ser el mes de nacimiento de dos de los presidentes más destacados del país: George Washington y Abraham Lincoln.
George Whashington y Thomas Jefferson
Washington y Lincoln, quienes guiaron a los Estados Unidos en algunos de los momentos más difíciles, han sido profundamente admirados por muchas personas durante mucho tiempo.
El feriado del lunes, es en la actualidad una celebración de los cumpleaños y la vida de todos los presidentes de EE. UU. Pero para ello debieron pasar muchas cosas.
Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt
El origen del Día de los Presidentes se encuentra en la década de 1880, cuando el cumpleaños de Washington, el primer presidente de los Estados Unidos y comandante del Ejército Continental durante la Revolución Americana, se celebró por primera vez como feriado federal.
En 1968, el Congreso aprobó el proyecto de ley Uniform Monday Holiday, que trasladó varios días festivos federales a los lunes. El cambio pretendía programar ciertos días festivos para que los empleados tuvieran fines de semana largos durante todo el año, pero se ha opuesto a quienes creen que esos días festivos deben celebrarse en las fechas que conmemoran.
Barack Obama y Ronald Reagan
Durante el debate sobre el proyecto de ley, se sugirió que el feriado del cumpleaños de Washington se renombrara Día de los Presidentes para honrar los cumpleaños de Washington (22 de febrero) y Lincoln (12 de febrero).
Aunque el cumpleaños de Lincoln se celebró en muchos estados, nunca fue un feriado federal oficial. Después de mucha discusión, el Congreso rechazó el cambio de nombre.
Sin embargo, después de que el proyecto de ley entró en vigencia en 1971, el Día de los Presidentes se convirtió en el nombre comúnmente reconocido.
LA COSTUMBRE DE COMER SUS COMIDAS FAVORITAS
Una de las particularidades del President’s Day es la tradición de recrear en el almuerzo o la cena, alguno de los platos preferidos, del presidente que más te interesa, te simpatiza, o cuya comida más afín sea a tus gustos, aunque lo detestes como presidente.
Todos los testimonios que rescatamos a continuación, provienen de un artículo publicado en 2015 por Rémy Robert, en Food 52, titulado 17 comidas favoritas de los presidentes para el Día de los Presidentes, en el que agradece expresamente el origen de todos los datos a The Time Line, una vez más, aunque de manera indirecta la luz de Lynne Olver sigue iluminándome.
Si accedes al enlace directo con el artículo reitero mi advertencia de siempre ¡ojo con los traductores! Porque van a traducirte avena como sémola, Jimmy Carter como Jimmy Carretero, “con” cómo “de”, y otras cosas por el estilo.
GEORGE HW BUSH | PALOMITAS DE MAÍZ PERFECTAS
«Algunos viejos amigos de Bush… insisten en que su verdadero amor son las palomitas de maíz».
JIMMY CARTER | AVENA CON QUESO DE CABRA, SALSA RED EYE, JAMÓN CASERO Y HUEVO FRITO
«Incluso antes de que se instalaran en la Casa Blanca, los informes en la prensa comenzaron a resaltar el estilo de vida sureño de los Carter. Se advirtió al público que la Casa Blanca pronto serviría avena a los invitados».
TOMAS JEFFERSON | WAFFLES
«En Holanda, probó los waffles por primera vez y estaba tan complacido que inmediatamente compró una gofrera».
BILL CLINTON | HAMBURGUESAS DE CERDO A LA PARRILLA
«Clinton prefiere las cosas con grasa: hamburguesas con queso, jalapeño, enchiladas de pollo, barbacoa, rollos de canela y pasteles».
GEORGE WASHINGTON | PALETILLA DE CORDERO ASADA CON VERDURAS
«Una copa de vino y un poco de cordero siempre son bienvenidos». George Washington
ZACHARY TAYLOR | PUFFY PILLOW BEIGNETS
«Su familiaridad con Luisiana le dio un conocimiento de primera mano de la cocina criolla, y se enamoró de su variedad y riqueza».
GEORGE W BUSH | HUEVOS RANCHEROS
«La mayoría de los domingos, si los Bush no estaban en Camp David, el presidente quería lo mismo para el almuerzo: una comida de huevos rancheros después de la iglesia».
WOODROW WILSON | PASTEL BLANCO DE LA ABUELA CON GLASEADO DE JARABE DE ARCE
«Me gustan mucho los jamones caseros, los pasteles de durazno, la manteca y el suero de leche, los huevos frescos, las galletas calientes, el helado casero y el pastel blanco simple». Woodrow Wilson
BARACK OBAMA | SIMPLEMENTE BUEN CHILE
«He estado usando esta receta de chile desde la universidad y la traería a cualquier comida compartida.». Barack Obama
FRANKLIN DELANO ROOSEVELT | YUM DOGS
«Dato: La reina Isabel de Inglaterra y el Rey Felipe, recibieron Yum Dogs, en la Casa Blanca de verano de Franklin Delano Roosevelt el 11 de junio de 1939».
ULISES S. GRANT | PONCHE ROMANO
«Muchas de las cenas de estado consistían en veintinueve platos con un descanso después del plato principal para beber un ponche romano, con el objeto de fortalecer a los invitados».
ABRAHAM LINCOLN | PAN DE JENGIBRE ALSACIANO
«De vez en cuando, mi madre compraba algo de sorgo y jengibre y hacía pan de jengibre. No era frecuente, y era nuestro mayor placer». Abraham Lincoln
JOHN F KENNEDY | SOPA DE VIEIRAS DE LA BAHÍA
«La sopa era un plato cercano al corazón del presidente Kennedy, ya que le brindaba la oportunidad de que le sirvieran pescado, por el que su origen en Nueva Inglaterra, le había dado un aprecio especial».
RICHARD NIXON | PASTEL DE CARNE DE TERNERA
«Al presidente Nixon le gustaba mucho el pastel de carne de su esposa, y el pastel de carne aparecía aproximadamente una vez al mes, en los menús de la cena familiar».
RONALD REAGAN | SPICED MONKEY BREAD WITH CHAI
«El pan de mono es un pan pesado y dulce que servía como tradición de la familia Reagan».
DWIGHT D. EISENHOWER | ESTOFADO DE TERNERA
«El Estofado de ternera era una de sus especialidades, y dejaba la olla hirviendo a fuego lento en la estufa de la cocina durante horas, lo que hacía que al personal de la cocina se le hiciera agua a la boca».
TEODORO ROOSEVELT | FILETE DE POLLO FRITO CON SALSA DE SALVIA
«La única forma de servir pollo frito es con salsa blanca empapada en la carne». Theodore Roosevelt
Como habrán visto, estimados lectores, hay platos para todos los gustos, así que a la hora de armar un menú, no se trata de demócratas o republicanos. Se trata del paladar de los comensales. Y por un día, los estadounidenses se olvidan de sus diferencias y apuestan por la mesa con la familia y los amigos.
Emilio R. Moya
Fuentes: citadas y enlazadas en la nota
