LOS CLÁSICOS HAN VUELTO
Buenos días estimados lectores. Cuenta una leyenda, que en la Inglaterra del siglo XVIII, en las tabernas donde los marineros desembarcaban, había unas barricas con la mezcla de todo el alcohol que sobraba de las barricas, es decir, los restos de barricas: una bebida para bandidos y piratas.
En inglés, la palabra cock es sinónimo de “gallo” pero también de “tapón de barril”. Y puesto que se empleaban los finales –las colas– de bebidas de distintos barriles para hacer estas mezclas, se comenzó a llamar cocktail a esos menjunjes.
Pero la palabra, en lugar de remitirnos a bandidos y piratas, nos conduce a un glamoroso local de jazz, donde el humo emana de las mesas, y el pianista siempre toca la canción una vez más.
Manhattan, Negroni, Dry Martini, Old Fashioned son tragos que, hasta hace algunos años, se imaginaban en cualquier carta de algún bar-terraza lujoso de Nueva York o bien de alguna pequeña barra de Londres.
Aunque los cócteles comenzaron a difundirse a partir de fines del Siglo XVII en Inglaterra y Estados Unidos, alrededor de 1960 los llamados barman -en aquel momento las mujeres estaban al margen de las barras- vivieron una primera época de oro. Aparecían en la televisión y algunos publicaban sus propios libros de recetas, donde además contaban las historias de esos tragos.
Historias agitadas, historias mezcladas, historias burbujeantes, con un toque de limón, con ingredientes secretos, con referencias sangrientas, sabor a guerra fría, a marineros, a playas paradisíacas, nacidos por la improvisación o la inspiración, incluso por la falta de los ingredientes habituales. Son los cócteles legendarios que sobreviven a las épocas, que más que resistir, cobran nuevo vigor con el paso del tiempo.
Mezcla de historias y leyendas que hacen de las clásicas bebidas un trago aún más apetecible.
LEYENDAS DE HISPANOAMÉRICA
Santiago “Pichín” Policastro
Hubo a mediados del siglo pasado dos barmans legendarios. Uno en América, el genial Santiago Policastro, Pichín, “el barman galante”, como lo llamaban. Nació en Buenos Aires en 1911 y murió en su casa de Miami el 16 de enero de 2010 a los 98 años.
Recorrió casi toda América con su sonrisa y ganó tantos premios que sería imposible mencionarlos a todos. Fue, para quienes lo conocieron, el mejor de la historia.
Pedro “Perico” Chicote
El otro, el mítico Pedro Chicote, barman español, nacido en Madrid el 13 de mayo de 1899 y muerto en la misma ciudad el 24 de diciembre de 1977. En 1930 creó un establecimiento de bebidas en Madrid, al que puso su propio apellido, Chicote. Se trataba del bar americano de moda, por lo que era frecuentado por toreros, literatos y artistas.
El local, proyectado por el arquitecto Gutiérrez Soto, se convirtió con el paso del tiempo en el lugar predilecto de todos aquellos intelectuales, y celebridades de todo el mundo que pasaban por la capital española. Su trayectoria es consustancial a la historia madrileña del pasado siglo.
https://youtu.be/rc4P6vbx_-M
El Gran “Perico” Chicote quedo inmortalizado en la canción de Joaquín Sabina “De Purísima y Oro” como aquel que en su barra presentó a Manolete y al gran amor de su vida, la actriz Lupe Sino, quién le regaló en su finca de Guadalajara los años más felices en la vida del manso de Saltillo.
Manolete y Lupe Sino
Chicote con Frank Sinatra y Ava Gardner
Por su barra desfilaron artistas, madrileños de a pie, españoles, europeos, grandes celebridades. Su pasión por las botellas lo llevó a acumular una colección de más de 20.000 botellas de licores de todo el mundo, que transformó en un museo.
Chicote con Gregory Peck
Chicote con Salvador Dalí
LOS CLÁSICOS DE LA EDAD DE ORO
Dry Martini
Este cóctel es sin duda el favorito del agente secreto James Bond, personaje de ficción que cambió la receta al 100%, creando una gran polémica entre bartenders. Hasta el agente 007, un Dry Martini siempre estaba compuesto por ginebra, vermut dry, mezclado en un vaso mezclador, y jamás hecho en coctelera. Su predilección por el vodka en lugar de la ginebra marcó un hito en Estados Unidos, donde la tendencia 007 aún perdura, aunque en Europa, tras un auge relativo, se volvió a la receta original, llamando a la bebida del atractivo agente secreto “vodkatini”.
Black Russian
Este cóctel, todo un clásico de la guerra fría, apareció por primera vez en el año 1949, de manos de Gustave Tops, el hombre de chaqueta corta tras la barra de caoba del hotel Metropole, en Bruselas. El nombre de la bebida se debe a la presencia de vodka, bebida rusa por excelencia, así como al tinte oscuro que toma la bebida al añadir el licor de café. Otra curiosidad: cuando se añade Coca-cola a la mezcla, se le denomina Dirty Black Russian.
Tom Collins
La leyenda cuenta que alrededor del año 1874, en varias ciudades de Estados Unidos, circulaba una broma que consistía en preguntar al interlocutor si conocía a Tom Collins. Al indicar éste que no conocía al mencionado Tom, se le contaba que Collins estaba afuera, diciendo que lo iba a matar, y animaban a éste a ir en su búsqueda para ajustar cuentas. Esta travesura se hizo famosa, y marcó el carácter de este cóctel, hecho a base de ginebra, zumo de limón, azúcar y soda, servido en vaso alto sobre hielo.
Piña Colada
Atención, la piña colada no es un trago cualquiera: es la bebida emblemática de Puerto Rico. Se inventó el 16 de agosto del año 1954 en el Beachcomber Bar, del hotel Caribe Hilton de la ciudad de San Juan. El hotel había encargado al creador del excelente trago, Ramón “Monchito” Marrero, que creara una bebida distinta a todas. En el año 1978, el gobierno de Puerto Rico la convirtió en la bebida oficial del país.
Manhattan
Como el nombre indica, este cóctel es de altura. Hecho de whisky, vermut y angostura, y decorado con una cereza roja, su supuesto origen se remonta a la década de 1870, en el Manhattan Club de Nueva York a manos de Iain Marshall, quien creó la mezcla con ocasión de un banquete ofrecido por Lady Randolph Churchill, madre del famoso primer ministro británico para celebrar la candidatura presidencial de Samuel J. Tilden.
Mojito
El popular cóctel cubano, elaborado con ron, azúcar, menta, lima y soda, siempre ha sido una de las peticiones más habituales en las barras de todo el mundo. La bebida se inventó en La Bodeguita del Medio, en La Habana, donde Ernest Hemingway solía beber.
Mai Tai
Este exótico brebaje, elaborado a base de ron, licor Curaçao y zumo de lima, de estilo polinesio, no tiene un origen claro. Algunos dicen que lo inventaron en Oakland, California, en 1944, en un restaurante llamado Trader Vic’s, pero su rival, Donn Beach, aseguró que él ya había elaborado esa bebida once años atrás, en su local de Hollywood.
Bloody Mary
Como en la mayoría de casos, hay más de una teoría sobre el origen de este original trago, aunque todo apunta a que fue Fernand “Pete” Petiot, quien elaboró una primera versión del clásico cóctel a principios de 1920, en el más que conocido Harry’s New York Bar de París.
Tequila sunrise
Este sugerente cóctel lleva en su nombre todo lo que se debe saber de él: que está hecho a base de tequila y que sus colores recuerdan a la salida del astro rey. Existen dos maneras de preparar la bebida: la original, cuya composición es de tequila, crema de cassis, zumo de lima y soda, y la versión más popular, de tequila, zumo de naranja y jarabe de granadina. Se empezó a servir el original en los años 30 y 40 en el Arizona Biltmore Hotel, donde fue creado por Gene Sulit. La segunda versión del popular trago la inventaron Bobby Lazoff y Billy Rice en el restaurante Trident de Sausalito, California a principios de los 70.
Negroni
Cuenta la leyenda que en 1919, en el Caffè Casoni de Florencia, lugar de encuentro de la aristocracia, el Conde Camillo Negroni inventó el cóctel homónimo al pedir al barman, Fosco Scarselli, que diera a su cóctel favorito, el Americano, un poco más de fuerza sustituyendo la clásica soda por ginebra. Al cambiar la decoración de limón característica del Americano, por una de naranja, el Negroni cobró su identidad propia y se convirtió, en un éxito.
Margarita
Se dice que, una tarde de octubre del año 1941, el bartender de la Hussong’s Cantina en Ensenada, México, Don Carlos Orozco, se puso a probar y experimentar nuevas combinaciones, aprovechando que no había demasiada clientela en el local.
Al llegar, inesperadamente Margarita Henkel, hija del embajador alemán en el país, Don Carlos le ofreció un trago de la mezcla que se traía entre manos y, tras su completa fascinación por la combinación, decidió bautizar la bebida en su honor.
Daiquiri
Este cóctel, hecho de ron blanco y zumo de lima, es un símbolo cubano que lleva el nombre de una playa y de una mina de hierro cerca de Santiago de Cuba y cuyo mejor exponente es el mezclado en uno de los bares más famosos del mundo, el Floridita, en La Habana. Junto al mojito, el Daiquiri fue una de las bebidas favoritas de Hemingway, como demuestra su cita célebre: “Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquiri en El Floridita”
Emilio R. Moya
Fuentes: citadas y enlazadas en la nota