UN AMOR A LA ITALIANA
La inmortal “Afrodita surgiendo de las aguas”, de Botticelli, que representa a la diosa griega del Amor, surgiendo desde el mar sobre la gigantesca concha de una vieira, asoció para siempre a los mariscos, con el placer y las propiedades afrodisíacas.
Camarones, langostinos, cangrejos, almejas, mejillones, vieiras, langostas o pulpos, son conocidos como “frutos del mar”.
La enorme diversidad de mariscos existentes, da lugar a numerosas combinaciones, ideales para el verano. A pesar de sus diferentes formas, texturas o sabores, todos tienen un denominador común: el sabor a la sal marina y al mar.
Gino Paoli es un músico y cantautor italiano, reconocido como uno de los grandes representantes de la música italiana de los sesenta y setenta. Ha escrito e interpretado grandes canciones como Il cielo in una stanza, La gatta, Senza fine y Sapore di sale.
Al inicio de la década de 1960, cuando apenas había entrado en el mundo de la música, conoció a Ornella Vanoni, con quien mantuvo una relación amorosa, que le inspiró algunas de sus canciones de amor más famosas.
Los mariscos, el amor, la sal y los sabores del mar, son el tema de nuestra historia de hoy, una verdadera historia de amor “senza fine”.
El éxito de Sapore di Sale (*), lo catapultó a los escenarios del mundo, y la versión con arreglos de Enio Morricone, dio lugar a uno de los primeros video clips, basado en escenas de la película “De aquí a la eternidad” (1953) con Burt Lancaster & Deborah Kerr.
Aquí la versión del clip, para nuestros lectores mayores, que tal vez lo recuerdan, y para nuestros lectores más jóvenes, que no saben que los video clips, son tan viejos como nosotros, o la televisión.
La historia de Ornella y Gino, es el telón de fondo, en que hoy presentamos, deliciosas ensaladas de frutos de mar, auténticamente italianas, ideales para compartir en esta época del año, con nuestras personas especiales.
OTOÑO DE 1934
Ornella había nacido el 22 de setiembre de 1934, y Gino, un día después, el 23 de setiembre del mismo año, aunque él sostiene que nació a las doce de la noche, del mismo día. El encuentro, que Ornella definiría como “la historia de amor más importante de mi vida” comenzó en 1960, cuando Gino Paoli y ella coincidieron grabando en un estudio de la casa Ricordi. Ambos eran artistas con carreras en ciernes y ya cierta experiencia sentimental tormentosa a sus espaldas.
Así recordaría ella sus inicios: “Gino no tenía ni dinero para un billete de tranvía; así que siempre íbamos a pie, yo trotando tras él en tacones, exhausta. Hasta que, apoyado en un murete, le pregunté: “¿Eres maricón?”. Él respondió: “No, ¿por qué?” Le respondí: “Me lo han dicho”.
Y él: “En cambio a mí me han dicho que eres lesbiana, que cantas mal y te portas mal…”. Nos echamos a reír. Y nos dimos el primer beso”.
La relación inspiró canciones apasionadas que Gino compuso para Ornella, sobre todo Senza fine, con su letra apasionada, que se convirtió en un gran hit. Pero había un pequeño detalle que enturbiaba el panorama.
Como ella explicaría años más tarde, “nos enamoramos como locos. Sólo que él ya tenía una esposa. Y además de traicionarla, también me estaba traicionando a mí”.
INSALATA DI MARE
VERANO DE 1963
Gino Paoli, luego del disparo en el corazón, con Rita Pavone y Teddy Reno
El 11 de julio de 1963, Gino Paoli intentó suicidarse pegándose un tiro en el corazón. Al respecto declaró: “Cada suicidio es diferente y privado. Él es el único camino para elegir: porque las cosas esenciales en la vida, el amor y la muerte, no eligen; eliges no nacer, amar o morir. El suicidio es la única soberbia, que se le da al hombre para decidir por sí mismo. Pero soy la prueba, de que no puedes decidir de todos modos”. La bala le atravesó el corazón, y se clavó en el pericardio, donde aún está encapsulada.
INSALATA DI MARE IN PESCHERIA
Luego del balazo, Gino pudo empezar una vida nueva, tener hijos y nietos. Y llegar a los 88 años.
Fue quién presentó a Joan Manuel Serrat, al publico italiano, y grabó un álbum en su homenaje.
https://youtu.be/BuwmLC2NiMY
INVIERNO DE 1985
A partir de 1984, Gino y Ornella, volvieron a verse, una y otra vez, escribieron un libro juntos: “Nosotros dos, una larga historia”, y cantaron en cien escenarios, la canción que un día le escribió: Un amor sin final.
INSALATA FREDDA DI MARE
PRIMAVERA DE 2016
Gino y Ornella, celebraron sus 82 años, el mismo día.
INSALATA DI MARE
VERANO DE 2019
En el año 2018, la empresa Costa Cruceros eligió esta canción para su publicidad, protagonizada por Penélope Cruz.
INSALATA DI MARE
LA PRIMERA Y LA ¿ÚLTIMA? VERSIÓN
(*) Dejamos para el final un detalle importante. Sapore di sale, no fue escrita para Ornella, sino para la bella y muy joven Stefania Sandrelli, con quién Gino, también vivió un apasionado romance en 1963.
En 1964 nacía Amanda Sandrelli, fruto de esa relación.
Gino, Stefania y Amanda en la década de 1970.
Para cerrar, queridos lectores dos versiones del tema grabadas por Gino. Entre estas dos versiones de la canción, pasaron 53 años.
GINO EN 1963
GINO EN 2016
DOS IMPORTANTES LECCIONES
Estimados lectores, hay notas para leer y notas para mirar. Esta es una de ellas, y si no pudo ver todos los videos, resérvela para cuando pueda hacerlo, porque encierran dos lecciones de cocina y de vida.
La primera, es que cuando tenga frente a sí, un abuelo o una abuela, recuerde que detrás de cada uno de ellos, hay historias de amor, balas en el corazón, aunque no sean de plomo, y pasiones intactas. Aprendan a ver detrás de esos cuerpos cansados por el paso del tiempo, esas almas siempre jóvenes, que los habitan.
Porque el amor y la pasión, no saben de edades, ni de cuerpos cansados, y siempre se asoman por los ojos, verdaderos balcones del alma.
De ellos venimos, y hacia ellos vamos. Nos han dejado un legado de tradiciones, y somos los responsables de trasmitirlas.
La segunda, es que en cocina, con los mismos elementos, se pueden tomar múltiples caminos, y todos conducen, si cocinamos con amor y pasión, a un resultado excelente. Lo único importante, es el respeto por el producto, por las enseñanzas que recibimos, y por quiénes van a saborear lo que cocinamos. De ese amor, y ese respeto, depende el futuro de la gastronomía.
Por último nuestro agradecimiento a quiénes grabaron, y conservaron estos videos. No fue fácil encontrarlos para esta edición. Y sin ellos, hubiera sido imposible contar estas historias.
Emilio R. Moya
Fuentes: citadas y enlazadas en la nota