DANI GARCÍA ¿LOCO O GENIO?

DANI GARCÍA ¿LOCO O GENIO?

 

 

Buenos días estimados lectores. Escribo esta nota el día 22. El de los dos patitos en fila. El número que en las quinielas identifica “al loco”.

Siempre me pregunté cuál es el límite entre la genialidad y la locura, ya que a lo largo de la historia, grandes genios han sido vistos por sus contemporáneos, como grandes locos.

Y siempre me respondí lo mismo: en cuestiones de salud mental, la cosa es mucho más compleja, y yo no puedo responder a esa pregunta. Es una cuestión para Médicos Psiquiatras, Psicoanalistas y Especialistas en Salud Pública.

 

 

Además una cosa, no excluye la otra. Se puede ser un genio como Van Gogh, ya la vez sufrir una enfermedad mental, que lejos de potenciar su genialidad, la limite.

 

 

Y si pasamos a otro campo, el mismísimo Maradona, dijo un día, a dónde hubiese llegado yo, si no hubiese estado enfermo. Dos genios, que sufrieron en carne propia esa tensión entre la genialidad y la inestabilidad.

Sin embargo la gran mayoría de aquellos que trasgredieron los cánones del deber ser de su época, que no siguieron lo esperable, que no se comportaron como se esperaba, indefectiblemente fueron mirados de reojo por sus contemporáneos.

 

 

Al menos por un tiempo, y tratados de “locos”. Hasta que sus logros y sus avances, descubrimientos, obras de arte o creaciones, fueron de tal magnitud, que no podían ocultarse, como no puede taparse el sol con el pulgar de una mano.

 

 

En nuestro mundo súper capitalista contemporáneo, está reválida, solo se mide en U$S. Y las decisiones aunque estén basadas en la necesidad de cambiar y ser felices haciendo otras cosas, solo permiten que un loco deje de serlo y se transforme en un genio, cuando pasa a facturar U$S 100.000.000.

 

 

Pues bien estimados lectores, nuestra nota de hoy trata de un chef, que cuando logró su tercera estrella Michelín, le dijo adiós a la Alta Cocina y decidió empezar de nuevo, para cocinar para todos. Un verdadero loco. ¿O un Genio?

 

EL GRAN IMPACTO

 

 

Era el 8 de junio de 2019.  Diego Rodríguez Veiga, un madrileño, de 35 años, graduado por la Universidad Carlos III y con un máster, que empezó trabajando en El Mundo escribiendo sobre música y escribía reportajes y grandes historias, para el diario El Español, se dirige a hacer una entrevista.

Toma un taxi, para dirigirse hacerle un reportaje al Chef Dani García, mientras piensa las primeras líneas de su columna.

 

DANI GARCÍA, A LA DERECHA, CON JOSÉ CARLOS GARCÍA, A LA IZQUIERDA, Y ARZAK EN EL CENTRO, EN 1997

 

“En el momento en el que mejor le va, Dani García se ha convertido en una especie de apóstata. Ha decidido que cierra su restaurante con tres estrellas y se va a dedicar a hacer cocina más democrática, para todos los públicos”.

“¿Y por qué lo hace? La verdad es que no lo entiendo”, se cuestiona el taxista que conduce hasta el BiBo que Dani García tiene en Madrid.

La verdad es que a muchos les ha costado encajar, entender, esa decisión. Sus colegas, no se meten, pero lo cierto es que resulta, cuanto menos, extraño que a uno lo fichen en el Real Madrid y lo celebre diciendo que va a jugar para el Recreativo de Huelva. ¿Y por qué lo hace?, resuena la pregunta del taxista.

 

PRIMERA APROXIMACIÓN

 

 

Diego escribe muy bien, así que voy a agregar muy poco a su narración, porque tiene una gran ventaja, está escrita en el lugar, en el momento y con el personaje, cuando todavía, para todos era “el loco”.

“No le puedes pedir a los tíos que llevan 20 años haciendo la revolución que sigan otros 20 haciéndola”. La frase es de Ferrán Adriá y la pronunció en una de las últimas ediciones de Madrid Fusión, esa suerte de G20 de los fogones. Y Dani García, que estaba entre el público cuando el chef catalán lo dijo, recogió el guante. Él ya lo tenía pululando en la cabeza desde hace tiempo pero no sabía cómo expresarlo. Y unos días después de que le dieran la tercera estrella Michelín, en su restaurante homónimo que tiene en Marbella, Dani García anunciaba que echaría el cierre. Que lo dejaba, adiós a la alta cocina, ahora tocaba hacer comida para todos.

 

 

“Lo cierto es que no me gusta hacia dónde ha derivado la alta cocina, tío”, dice. “Es una apreciación personal. Yo me voy y se quedan muchos amigos, amigos de verdad, pero con el tiempo he dejado de comulgar con la manera que se tiene de hacerla. He estado mucho tiempo dándole vueltas al por qué”, añade. “Cuando Adriá dijo lo de que no se puede estar 20 años más haciendo la revolución, me alivió mucho que lo dijera él porque yo no sabía cómo expresarlo. Es inviable, en cualquier ámbito, no puedes estar a ese ritmo de pensamiento y solo enfocado en eso toda la vida”

“La tercera estrella es el sueño de cualquier cocinero y colma cualquier ego que puedas desear en la alta cocina. Pero hay otras cosas que te llenan igual. Si eres un tío que tiene mucho ego y llega a su casa diciéndose que trabaja en un tres estrellas Michelín, pues vale, pero si no eres así, comprenderás lo que he hecho yo”.

“También me di cuenta de que dejaba de hacer muchos platos porque el volumen del negocio no me lo permite”, aclara, desgranando otro de los motivos que le han llevado a dejar esa élite a la que siente que no pertenece.

“Si quiero hacer una cigala de 300 gramos para alguien que paga 200 euros para venir a comer a tu casa… la naturaleza no me da 80 cigalas todos los días. Y eso mata mucho y hace que la cocina deje de ser natural”, añade.

En noviembre de 2019, Dani García formalizó el anuncio oficial del cierre de su restaurante de tres estrellas y comenzó a diagramar sus nuevos proyectos.

 

LA GRAN FAMILIA MEDITERRÁNEA

 

 

 

Madrid, 21 de setiembre de 2020. Segunda etapa. Segundo testimonio. Esta vez, Marta Romero, es quién registra la crónica. Periodista a cargo de la sección cocina de la revista Hola España. Apenas en diez meses Dani García presentaba en sociedad su visión del restaurante del siglo XXI.

 

 

“Hay que seguir comiéndose la vida”. Así de rotundo es Dani García que, tras muchos meses llenos de trabajo-él, asegura, no ha parado-, un duro confinamiento de por medio y mucho darle vueltas en su cabeza a esto del comer, ha decidido lanzar lo que para él es un “proyecto muy especial”: la Gran Familia Mediterránea, para llegar a todos los hogares del país.

 

 

Y llegar de la mejor forma posible, haciendo que todos y cada uno de los miembros de esa familia disfruten, juntos y por separado, sin discusiones, relamiéndose los labios y con las manos. Sin florituras, sin grandes pretensiones, salvo las de llegar, poco a poco, a todos los rincones de España.

 

 

Algo que, asegura, ha querido hacer desde que decidió dejar sus tres estrellas Michelin (en noviembre de 2019, un año después conseguir ese tercer ansiado galardón); a él le mueve el gran público, el deleite del día a día.

 

 

Con una variedad increíble en su oferta, unos precios muy competitivos -como él dice, “jugemos a que el precio sea asequible”, ¿no hemos venido aquí a jugar?- y una calidad que le pertenece, Dani García reúne en su nuevo delivery ocho tipos de comida diferentes: comida asiática, cocina española o italiana, auténticos bocatas gourmet y opciones muy saludables que se coronan con un auténtico cocktail bar para servir en casa.

 

 

MÁS DE 100 PLATOS DIFERENTES DIRECTOS A CASA

 

 

Así, podemos encontrar Bocatas García, con su delicioso mollete de carne mechada con salsa Bull y cebolla caramelizada.

 

 

 

 

Tita Brava, la experta de las tapas más tradicionales y que te van a conquistar.

 

 

Sr. Brasas con su famosa Burger Bull Dani García (150 gr de vaca vieja con alguna otra cosa).

 

 

Madame Wasabi y sus nigiris.

 

 

Molta Mamma con su pizza carbonara con guancile ahumado y cebolla fresca.

 

 

Así será mucho más fácil localizar cada uno de sus platos, alguno de ellos, reconocibles para sus seguidores, pues se sirven en sus restaurantes: Bibo, Lobito de Mar o Leña.

 

 

Ahora, si lo que nos pides es que afinemos nuestra petición, sin duda, su brioche de rabo de toro, inspirado en su restaurante Bibo, su ensaladilla o alguno de sus bocatas gourmet, sin dejar de lado su propuesta dulce: o vas a por su clásico tiramisú o a por su helado Happy Hippo.

 

OPCIONES PARA LOS QUE SE CUIDAN

 

 

Además, los que prefieren cuidarse y disfrutar siempre de una comida healthy, que hay muchos, también tienen su pequeño hueco en esta amplísima carta; ¿no hemos dicho que en esta familia caben todos?

 

 

Si eres de ellos, tu personaje es Shanna, con platos como la Ensalada de Grecia con quinoa blanca, espinaca baby, berenjena asada, garbanzos, queso feta, avellanas tostadas, salsa de yogur con Ras el Hanout y vinagreta cítrica.

 

 

Además, esto de ‘propuesta verde’ le viene por todas las vertientes del proyecto, ya que La Gran Familia Mediterránea nace con un fuerte compromiso por la sostenibilidad.

 

 

El packaging es colorido, divertido y muy original (querrás quedártelo para siempre), muy consciente con el medio ambiente y destinando parte de sus ventas a proyectos vinculados a este cuidado del planeta.

 

 

DANI GARCÍA, EL GENIO

 

 

El cierre de esta nota escrita como si se tratara de una crónica de época o narración histórica, utilizando testimonios de sus contemporáneos, ya no corresponde a periodistas de gastronomía.

Está escrita por Nacho Sánchez, especialista de la sección Negocios del País de Madrid y se titula: Dani García: el cocinero de los 100 millones de euros.

“Llevo soñando esto toda mi vida, pero siempre me había fallado la gente que tenía alrededor. No había encontrado antes a quien me entendiera”, dice el chef, cuya compañía facturó 25 millones de euros.

 

 

Ahora, en plena efervescencia, se le acumulan aperturas en Ibiza, Madrid, Londres, Miami, Nueva York, Arabia Saudí y París, mientras despliega una extensa red de cocinas para comida a domicilio bajo la marca La Gran Familia Mediterránea.

 

 

Lo que necesitan a medio plazo es cientos de cocineros, para desarrollar la estrategia de inteligencia artificial de La Gran Familia Mediterránea, proyecto de delivery desarrollado durante el confinamiento y planeado años atrás.

 

 

El objetivo es llegar a 60 cocinas en 2022, con presencia en todas las ciudades españolas de más de 100.000 habitantes.

También han llegado a un acuerdo con el grupo empresarial C3 de Sam Nazarian para abrir otras 150 cocinas en los próximos cinco años en Estados Unidos mientras miran también al Reino Unido, Francia, Arabia Saudí y Latinoamérica.

 

 

Los restaurantes físicos ejercerán de punta de lanza para luego introducir toda la artillería. Para fines de este año, alcanzará la suma de 100 millones de euros de facturación y 10 millones de utilidades. Probablemente superen la creación de 2.000 puestos de trabajo de calidad a lo largo del año, triplicando los 700 actuales.

 

 

Seguramente el taxista madrileño entenderá ahora, porque dejó las estrellas Michelin, para brillar con luz propia. En el único idioma que hoy se habla en todo el  mundo, el idioma del dinero

Ya que son muy pocos los que hablan el idioma de la felicidad, y muchos menos el de los sueños.

 

Emilio R. Moya

 

Fuentes: citadas y enlazadas en la nota                                                                                                                           

 

 

Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

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