Nuevas contraetiquetas Ribera del Duero
Ribera del Duero estrena 2020 con su primer blanco
La viticultura en la Ribera del Duero hunde sus raíces en el pasado. Ya los vacceos, 2.700 años atrás, consumían vino en estas tierras. Posteriormente lo hicieron los romanos y detrás muchos pueblos más.
Pero no fue hasta el siglo XII cuando, con la reconquista, las órdenes monacales francesas fueron reimplantando el cultivo de la vid en el valle del Duero con una altitud de 800 y 900 metros.
Con la llegada de los vinos blancos de Ribera del Duero, se ha modificado la asignación de las contraetiquetas por tipos de vino de la DO (Denominación de Origen desde 1982), simplificándose de manera más sencilla y directa para los consumidores.
En Ribera del Duero se acogen Viñedos localizados en Castilla y León (España), dentro una franja de la cuenca del río Duero, de unos 115 kilómetros de longitud y 35 de anchura, situada en la confluencia de las provincias de Soria (19 municipios), Burgos (60), Segovia (4) y Valladolid (19). Comienza aproximadamente por el este en San Esteban de Gormaz y se extiende hasta Quintanilla de Onésimo en el oeste. A finales de 2005, los cultivos de la zona constituían aproximadamente el 2% de toda la extensión dedicada al cultivo de la vid en España.
Los vinos de la D.O. Ribera del Duero son fundamentalmente tintos, aunque también existen rosados. La variedad de uva más característica es la denominada genéricamente tempranillo, también llamada tempranilla, tinta del país o cencibel, es una variedad de uva tinta cultivada extensamente para producir vinos tintos con cuerpo, la cual constituye más del 90% de la producción. Según las normativas del Consejo Regulador, para que un vino pueda acogerse a la denominación de origen debe incluir al menos un 75% de Tempanillo en su elaboración. En total, no menos del 95% de la uva debe ser Tempranillo (con notas de cata que van desde fresas, grosellas y cerezas, ciruelas pasas, chocolate y tabaco) , Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec. Las uvas Garnacha y Albillo están permitidas, pero en pequeñas cantidades.
El resultado son vinos armoniosos, afrutados, con el equilibrio justo entre suavidad y acidez.
Los vinos de esta fotografías, que ya están presentes en el mercado, tendrán la contraetiqueta de la D.O. a partir de la siguiente añada, que llegará en 2020. Son los pioneros entre las 30 bodegas que están protagonizando la revolución blanca en la Ribera del Duero.
Si hace cinco años, alguien se hubiera atrevido a vaticinar que la Ribera del Duero, territorio identificado con el carácter de los tintos castellanos, un sinónimo de aquellos, abriría de pronto su espectro para dar lugar a vinos blancos, le habrían tomado por loco.
Ribera del Duero ha anunciado que ya se ha lanzado al mercado el primer vino blanco perteneciente a la Denominación de Origen Protegida (DOP) de la región, cuya certificación figura en la contraetiqueta oficial de la DO de la botella.
La importancia de una decisión como la que ha tomado el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero de incluir en su pliego de condiciones la Albillo Mayor como una de las uvas con las que elaborar vino blanco dentro de esta denominación, puede salvar a la variedad de su extinción.
Se abre así una nueva era en la que es posible encontrar vinos blancos en la DO Ribera del Duero, siempre y cuando lleven un 75% de Albillo Mayor, que poco o nada -más allá del nombre- tiene que ver con la Albillo real, cultivada en zonas de Gredos.
Por tanto, Albillo, Albillo Real y Albillo Mayor son variedades distintas entre si.
La Albillo Mayor, es vigorosa, con un porte erguido. Es de racimos pequeños y apretados, de rendimiento bajo y resistente a la sequía. Se adapta bien a los terrenos calizos.
La Albillo Real es poco vigoroso y de porte rastrero, poco productiva y de racimos pequeños. Resiste bien las sequías y necesita suelos arenosos para dar lo mejor de sí misma.
A la Albillo, a secas, la destaca su color dorado cuando está madura. Es de piel fina, jugosa y dulce. Por tanto, muy apreciada en la mesa. Es de piel fina, jugosa y dulce. Por tanto, muy apreciada en la mesa.
Albillo Real
A día de hoy, hay una treintena de bodegas que elaboran vino con Albillo Mayor, que hasta ahora ha llevado la denominación de Vino de la Tierra de Castilla y León. Son solo treinta productores que han influido para que el Consejo Regulador se plantease modificar su reglamento.
Esta es una de esas noticias felices que contribuyen a salvar el patrimonio vinícola de los pueblos
Entre las principales novedades:
- Desaparece la exclusiva de rosado y todos irán identificados en cuanto al tipo y tiempo de elaboración.
- A partir de ahora, los vinos blancos y rosados con un envejecimiento de 18 meses —de los que al menos 6 meses hayan permanecido en barrica— podrán ostentar la contraetiqueta de Crianza.
- Los blancos y rosados con un envejecimiento de 24 meses entre barrica y botella —de los cuales un mínimo de 6 hayan sido en barrica— podrán ostentar la contraetiqueta de Reserva.
- Respecto a los blancos y rosados Gran Reserva, deberán haber pasado 48 meses de envejecimiento entre barrica y botella, de los cuales al menos 6 habrán envejecido en barrica.
- Por último, aquellos que se elaboren sin crianza, permanezcan hasta tres meses en barrica de roble y los que decidan no utilizar menciones tradicionales llevarán la contraetiqueta genérica.