NADA MEJOR QUE UN BRUNCH

DESPUES DE LA FIEBRE DEL SABADO POR LA NOCHE

 

Los anglosajones no pensaban en Argentina cuando inventaron el brunch. Pero cuesta imaginar un país en el que se adapte mejor eso de un desayuno contundente para el domingo. Tanto, que diluye la frontera entre el desayuno y el almuerzo y lo convierte en un ideal para los domingos. Un país que se acuesta tarde, más en fin de semana, se merecía algo así. Aunque, seguramente , algo así habríamos inventado por mera necesidad y con un toque argento.

 

¿Quién no se ha comido un par de porciones de pizza fría o un sandwich de sobras de asado un domingo en esa hora tardía de la mañana tras haber disfrutado una noche agitada? No obstante, los anglosajones le pusieron un nombre, que encima tiene su gracia –brunch = breakfast (desayuno) + lunch (almuerzo)- y les quedo muy funcional y bonito.

 

Lo primero que hay que tener claro es que la comida viene con cóctel. Por mucho que la noche anterior haya sido excesiva, hay que aplicar aquello de un clavo saca otro clavo. Lo más habitual, espumante o bloody mary. Y hay que celebrar la presencia del segundo, porque es el mejor combinado contra la resaca, con casi un siglo de experiencia a sus espaldas. El jugo de tomate es la clave, un remedio tradicional contra esas mañanas tristes que dejan las noches alegres. Con un poco de vodka, parece que entra mejor. Y acompañado por supuesto por migral, ibuprofeno o paracetamol, según el grado del dolor de cabeza. Para despejar cualquier malestar antes de atacar el buffet.

 

Qué es un brunch y cuál es su origen

 

Algunos lo definen como un desayuno tardío o una comida temprana. Su primera aparición fue a finales de 1800 en Inglaterra y parece que nació entre la clase alta británica. Los domingos muchas de estas familias solían dar el día libre a los sirvientes, quienes, por la mañana, preparaban un bufé que incluían platos de desayuno y de comida, y del cual sus jefes pudieran servirse a lo largo del día.

 

 

En la sección ‘Fashionable and Seasonable’ de la edición del 1896 de la revista satírica inglesa Punch, se comenta lo siguiente sobre el brunch:

Hoy día para estar a la moda tenemos que ir de “brunch”. Una excelente palabra compuesta, introducida, por cierto, el año pasado, por el Sr. Guy Beringer en la ya difunta revista Hunter’s Weekly, e indicando una combinación de desayuno y almuerzo. En Oxford, sin embargo, hace dos años, se introdujo una importante distinción: si la combinación de comidas se toma en un horario más cercano al del desayuno, se llamaría “brunch”, mientras que si se toma en un horario más próximo al almuerzo sería un “blunch”. Por favor, no se olviden de esto.

 

Hoy en día el brunch se suele asociar con el fin de semana y los días festivos, posiblemente porque son los días en los que muchos pueden dormir un poco más y por consecuencia van a desayunar, o comer, a un horario diferente de lo habitual. Por esta razón el brunch se suele servir en un horario entre las 10h y las 17h, dependiendo de la ciudad y del restaurante.

 

La democratización del Brunch en Argentina

Si bien el Brunch llegó a nuestro país de la mano de las grandes cadenas hoteleras y aún hoy -hasta el COVID 19- se servían los domingos con notable éxito y en dos turnos horarios, con reservas, su precio era exorbitante para el argentino promedio.

Comenzó entonces una movida en bares de Buenos Aires y del interior del país para «sacar» el Brunch del círculo elitista de los hoteles de cinco estrellas y llevarlo a un público más amplio. Sin embargo todavía no ha alcanzado su verdadero potencial. Y es que con los cambios socio culturales, socio económicos y demográficos, ha llegado la hora de que llegue a nuestros hogares.

La familia ensamblada de hoy, compuesta de los tuyos, de los míos y de los nuestros, con hijos, con nueras, con yernos, con nietos, con amigos y con entenados, nos permiten juntar un domingo una verdadera multitud de edades, gustos, preferencias y yo, con sesenta años puedo decirlo, de uno que otro achaque producto del paso de los años.

Así que a la hora de comer habrá omnívoros, veganos, vegetarianos, los que comen harinas, los que no comen TACC, los ovo-lacto-vegetarianos, los con dietas bajas en sodio, algún que otro diabético, algún cardíaco y muchos niños.

Por otra parte no todos llegarán a la misma hora. Irán cayendo a partir de las doce los primeros, pero no es de extrañar que los últimos lleguen cerca de las tres de la tarde. Por lo que nada se adapta más a la nueva realidad de los domingos que un buen brunch que comienza cuando usted llega. Y nadie se pone nervioso porque no hay que esperar a nadie.

El que va llegando se va sumando y se sirve lo que más le gusta. Además le puedo asegurar que todos pueden contribuir con algo salado o dulce, o con panes caseros o integrales, o con ensaladas, o con carnes frías, y se hace mucho menos costoso para cada uno.

 

Algunas Ideas para un Brunch familiar o entre amigos

 

No puede faltar el huevo en cualquiera de sus formas

 

 

 

No puede faltar la panadería casera

 

 

No pueden faltar jugos naturales

 

 

No puede faltar la pastelería dulce y salada

 

 

No pueden faltar panqueques o waffles

 

 

No pueden faltar las infusiones

 

 

 

 

No se olviden de los niños

 

 

El resto queda librado a la imaginación y al presupuesto de cada familia. Pero vale todo. Y a disfrutar de un domingo sin horarios, sin ansiedad y sin culpas. Que con la resaca ya es demasiado.

 

 

Emilio R. Moya

Fuentes: Iconelpais.com, coffeeandbrunchbcn.es,
Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

1 Comentario
  1. SR EDITOR COMO SERÍA UN BRUNCH ARGENTO? A MI ME GUSTA LA PIZZA FRÍA CON CAFE CON APENAS LECHE POR EJEMPLO. SANDWICH DE ASADO O CHORIZO FRÍO. QUIZAS PIENSO EN MI SOLEDD. PERO ME GUSTARÍA PENSAR EN UN ¿ CÓMO SERÍA ?

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