VERDE… QUE TE QUIERO VERDE

Espinacas y acelgas, nutritivas y sabrosas verduras de invierno.

 

Es en invierno cuando las espinacas y las acelgas están de temporada, siendo el mejor momento para consumirlas, ya que es cuando su sabor y propiedades nutritivas y vitamínicas están en su máximo apogeo. Compartimos una sabrosa receta con estas verduras.

El invierno es época de buenas verduras. Cardo, alcachofa, escarola, endivia o la col y su larga familia, coliflor, todos los tipos de brócoli y las coles de Bruselas. Si atendemos al significado de la palabra verdura, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua una de sus acepciones es “hortaliza, especialmente la de hojas verdes”. Pues bien, dos son las verduras de invierno que hacen honor a su nombre por la intensidad de su color: las espinacas y las acelgas.

Espinacas, de Persia a Al-Ándalus

El origen de las espinacas no está muy bien documentado, pero todo apunta a que su cultivo se inició en la zona de Persia y a que llegaron a Europa con los árabes, que la introdujeron en Al-Ándalus allá por el siglo XI. El agrónomo Ibn al-Awwam (Yahyà b. Muhammad Ibn al-Awwam, natural de Sevilla, siglos XII-XIII), autor del reconocido Libro de Agricultura, las menciona en sus escritos de principios del siglo XIII. Un par de siglos más tarde su cultivo se expandió por Europa.

 

Dejando de lado los cuentos de Popeye, está comprobado que durante la Primera Guerra Mundial era costumbre entre los soldados franceses beber vino con jugo de espinaca para combatir el cansancio o la debilidad, por la creencia de que el alto contenido de clorofila de este vegetal ayudaba a recuperar rápidamente las fuerzas.

Lo cierto es que las espinacas son uno de los alimentos más ricos en vitamina A, lo que las hace recomendables para prevenir enfermedades oculares y fortalecer el sistema inmunitario. También en vitamina B9 o ácido fólico, por lo que se aconseja su consumo a las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

 

Su elevado contenido en vitamina K las hace beneficiosas para la correcta coagulación de la sangre y para el metabolismo óseo. Además, su bajo contenido en calorías permite incluirlas en las dietas que pretenden bajar peso, sin olvidar nunca la recomendación de consultar a un médico o un nutricionista antes de iniciar una dieta adelgazante por nuestra propia iniciativa.

Acelgas, alimento neolítico

Las acelgas han sido utilizadas como alimento para animales y humanos desde el periodo Neolítico, aprovechando tanto sus hojas como sus raíces. Su origen parece estar situado en la zona mediterránea y, durante la antigüedad, era ingrediente usual en los platos de Egipto, la antigua Grecia, Roma y, más adelante, en todo el mundo árabe. Fueron estos últimos quienes empezaron su cultivo de forma habitual para aprovechar sus propiedades medicinales y terapéuticas.

Con el paso de los siglos el consumo de la acelga se redujo a las personas de escaso poder económico y a su utilización como forraje para animales. Durante el siglo XIX dejó de consumirse su raíz, que era usada únicamente para la producción de azúcar o extracción de alcohol. Más adelante, durante el pasado siglo, el consumo de acelgas se hizo habitual en la mayoría de hogares de los países mediterráneos pasando a convertirse, junto a las espinacas, en dos verduras fundamentales para mantener unas dietas sanas.

 

Las acelgas son muy ricas en Vitamina A, importante para mantener la piel sana, buena visión, el cabello saludable y con propiedades antioxidantes, por lo que protege ante los radicales libres, las infecciones y las enfermedades degenerativas. Asimismo contienen grandes cantidades de folatos, que colaboran en la formación de los glóbulos rojos y blancos y los anticuerpos del sistema inmunitario. En cuanto a los minerales, aportan cantidades considerables de potasio, importante para cuidar los músculos y el sistema nervioso; magnesio, que favorece el tránsito intestinal; hierro, que combate la anemia y participa en la producción de hemoglobina y yodo, imprescindible para contribuir al buen funcionamiento de la glándula tiroidea.

Súper tortilla de acelgas y espinacas

Ingredientes

 8 raciones
12 huevos
3 manojos grandes acelgas
2 manojos grandes espinacas
1 cebolla morada
Sal
Pimienta

Preparación

Lavamos bien las hojas de acelga y espinaca y ponemos en una olla grande a cocer con un poquito de agua y sal. Estarán unos 10 minutos  aproximadamente, porque es mucha cantidad pero la idea es que queden enteras.

Cortamos la cebollita en cuadraditos y ponemos en una sartén grande con un chorro de aceite hasta que se quede blandita.

En un bol batimos los huevos, y a continuación añadimos la cebolla que ya estará hecha. Ponemos un pellizquito de sal por cada huevo y un poco de pimienta negra.

Cuando las hojas estén cocidas las escurrimos muy bien y ponemos en la misma sartén donde habíamos frito la cebolla. Si son muy grandes podemos cortar un poco con unas tijeritas. Dejamos que se sofrían un poco.

Añadimos las hojas al bol del huevo batido y mezclamos bien y añadimos a la sartén que estará bien caliente. Como ven en la foto llega al borde, hay que tener cuidado que no se salga.

Dejamos a fuego bajito para que se cuaje bien, incluso podemos tapar con una tapa y dejamos unos 5 min antes de dar la vuelta. Damos la vuelta y dejamos que se haga por el otro lado y lista!

 por:  Álvaro Manuel de la Huerta

Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

4 Comentarios
    1. Muchas Gracias Susana. La idea es que sea lo mas completa posible. Trataremos de llevar los productos de estación a la lectura para ustedes. Muy gentil !!!

    1. Estimado Jorge, trataremos de que los productos de estación tengan una visión completa para los lectores. Gracias

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