¿ES POSIBLE SER OBESO Y VEGANO?

EN ARGENTINA TODO ES POSIBLE

 

 

Buenos días amables lectores. A los argentinos nos encanta “hacer la nuestra”, una expresión incomprensible para cualquiera que no haya nacido en estas pampas del sur. ¿En qué consiste “hacer la nuestra? Básicamente, en hacer de cuenta que nada ha ocurrido, ni ocurre en el mundo hasta que los argentinos intervenimos. En otras palabras: inventar la pólvora de nuevo o un método no ortodoxo para vencer la inflación. Un permanente oscilar entre ser “vivos”, es decir seguir la leyenda de la “viveza criolla” o ser “bobos”, es decir dejarnos vender pececitos de colores por cualquier pelafustán de turno, votarlo, obedecerlo y seguirlo hasta el acantilado y luego, caer al abismo, mientras el sale volando en su helicóptero blindado.

 

 

En gastronomía lo hemos vivido siempre. En los ochenta con la Nouvelle Cousine, los “vivos” hicieron “la nuestra” sirviendo porciones diminutas, en platos gigantes a precios exorbitantes. Y los “bobos” llenaron sus mesas y sus bolsillos.

 

 

A principios de siglo, con la irrupción de Ferrán Adriá, cualquier egresado de una escuela de cocina abría un restaurante en una esquina, con su nombre acompañado de la inefable frase “Cocina de Autor”. Esta vez los “bobos” fueron un poco más precavidos y el 99 % había desaparecido en menos de tres años.

 

 

Lo notable del «hacer la nuestra» es que «los vivos» y «los bobos» no son dos grupos de personas. Somos todos los habitantes de este bendito país durante nuestras vidas. Y los resultados están a la vista.  Hoy, asistimos a un cambio de paradigma, la gente busca una vida más saludable y cada vez son más personas las que optan por una alimentación principalmente vegana. Las palabras “Veggie” y “Saludable” se han vuelto el Santo Grial de lo gastronómico y como siempre, y salvo honrosas excepciones, en una oportunidad de oro para que los argentinos, hagamos lo que mejor sabemos hacer: “la nuestra”.

 

 

Es por eso amable lector que hicimos una recorrida relámpago por nuestra capital para ilustrar con ejemplos bien claros, como se puede ser vegano, vegetariano o la opción no carnívora que usted prefiera y al mismo tiempo tan poco saludable como su vecino, que se come todos los domingos un asado de falda.

 

 

¡Si ahora resulta que hasta Burger King se está volviendo vegano!

 

ESTILO VEGGIE

 

 

Es uno de los lugares más populares de Palermo Soho, barrio donde nació esta cadena y donde abunda la comida vegana. Originalmente fue promocionado como “un espacio consciente”. Actualmente tiene varias sucursales y fundamentalmente un aceitado delivery que lleva sus pedidos en 45 minutos a cualquier punto de la capital.

Su actual filosofía se basa en tres pilares:

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LA FELICIDAD SE COME ENTRE DOS PANES

 

 

Sus productos insignias son el “Nuevo Chori”, hecho a base de soja texturizada con especias, Provolone vegano a base de queso de tofu, Veganesa a base de leche de soja con chimichurri y salsa criolla con pan integral de semillas de masa madre.

 

 

El “Lomito Gourmet”, con Lomito de seitán hecho a base de féculas y gluten, Queso de tofu con hongos y cebolla de verdeo, Cebolla caramelizada, Veganesa, lechuga y brotes mix.

 

 

La Pizza Especial de Jamón Queso y Morrones .

 

 

Las “Alitas de Tofu”, con Tofu frito finito empanado y macerado con especias y Pan rallado.

 

 

Todos los productos además están disponibles en congelados, packs y combos. Bien naturales y frescos… lo que se dice, una producción casera y artesanal, hecha al momento y con productos de la huerta. Un espacio consciente.  Consciente del marketing y del mercado. De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno. Y de buenas ideas el camino del éxito. No cabe duda que el emprendimiento es súper exitoso, franquiciable, y en permanente expansión. Pero de saludable, poco o nada le ha quedado. Una pena.

 

CASA MHIA

 

 

Abrió las puertas de su primer local en el barrio de Colegiales, siendo un restaurante exclusivo de fast food vegano. Creado por Teresa y Andrés tienen sistema de take away y mesas para comer ahí. Como favoritos de la casa, está la “Hamburguesa Le Bleu”, que es un medallón de hongos, rúcula, espinaca, queso azul vegano y porotos al aceto.

 

 

La “Extra Mila”, una milanesa de seitán en sandwich con tomate, lechuga y queso vegano; y “La Porteña”, una hamburguesa con medallón de seitán, lechuga, tomate, jamón, queso, no huevo y panceta”.

 

 

Han crecido mucho. Sus sándwiches son excelentes. Pero me permito discrepar con ellos acerca de su contribución para cuidar la salud del comensal.

 

 

 

 

Si acuerdo, en que cuidan la salud de nuestros animales. Y eso es importante por supuesto. A pesar del crecimiento, mantienen la calidad. Y son lo que pretenden ser desde el primer día: fast food.

 

 

VEGGIE MEDIO ORIENTE

 

 

En el corazón de La Recoleta, Junín al 1700, se encuentra el paraíso del falafel y su propuesta es que el comensal se deje llevar por un sinfín de sensaciones con la mejor streetfood del medio oriente y sintiéndose parte de las colectividades que llegaron a nuestro país de aquella región. Entre sus platos más destacados está el “veggie bomba” que es un bowl con pelotitas de falafel y papas fritas.

 

 

 

 

Luego, otro de los platos estrellas es el veggie falafel, un sándwich elaborado con base de falafel con vegetales a gusto dentro de un pan árabe horneado en la casa; y el tradicional hummus, la pasta de garbanzos. Todo delicioso.

 

 

Pero las objeciones son las mismas. Demasiadas frituras, demasiadas harinas refinadas, demasiadas calorías, demasiados carbohidratos y salsas. Vegetariano, pero nada saludable. No es para comer todos los días.

 

LOVING HUT

 

 

Loving Hut es una cadena internacional de locales 100% veganos que tiene una gran variedad de productos, sándwiches, hamburguesas, platos elaborados, pastas, pizzas, postres, pastelería, batidos, jugos naturales y cafetería.

 

 

En su menú los más destacados son el «Bondi”, un “churrasco” de seitán con lechuga, tomate y salsa criolla, el “Doble Hongos”, doble medallón de hongos chilenos, champiñones y shitake, el “Lomito” y el “Pulled”.

 

 

 

Pan, Pan y más Pan. Nada para destacar, a excepción del precio, que es más barato que el resto. Pero como usted ya sabe, amable lector, lo barato sale caro. Y lo más saludable que puede hacer, es seguir de largo y no entrar al restaurante.

 

LA REVERDE PARRILLITA VEGANA

 

 

Para el final dejamos a La Reverde Parrillita Vegana, un restaurante surgido en el Barrio de Monserrat, Montevideo 40, para “incluir al veganismo en nuestras tradiciones como argentinos e intentar que no tengamos que dejar cosas que nos gustan y nos unen como los asados”.

 

 

 

Son los creadores del Chorisaurio, un Mega Choripán de seitán Dentro de una Barra de Pan Casero y acompañado por una tonelada de papas fritas, que en sí mismas aportan más hidratos de carbono y grasas que una fuente de ravioles de la abuela.

 

 

Ni hablar de las empanadas fritas o los lomitos hechos de seitán. Todo muy rico, pero nada saludable.

 

 

 

Y peligroso para las arterias si usted lo incorpora a su dieta habitual. Porciones a lo Bodegón, Sandwiches Gigantes y muchas, muchas papas fritas, que hacen las delicias de los parroquianos y de los cardiólogos. Igual, vale la pena conocerla. Le aseguro, amable lector, que no va a extrañar el asado.

 

 

Obviamente mis queridos chichipíos, como solía decir el Gran Tato de América, también hay excelentes restaurantes para veganos, que no hacen «la nuestra» y están dirigidos a los verdaderos veggies. Pero en este caso en que consiste «la nuestra»: en aprovechar la tendencia a lo saludable para, bajo el pretexto de «lo veggie» captar mediante imitaciones que les resulten reconocibles, a carnívoros culposos que quieren estar a la moda, a snobs de cabotaje, a turistas acostumbrados a los fast foods  y aprovechar las consecuencias de la pandemia para enviar sus deliverys «saludables» y sus productos congelados a todos los hogares posibles. Y como la ignorancia de la propia estupidez, es lo más parecido a la bienaventuranza. Bienaventurados seamos  los argentinos, porque nuestro será el Reino de los Cielos.

 

 

Emilio R. Moya

 

Fuentes:   Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese, qué sé yo, ¿viste? Salís de tu casa por Arenales. Lo de siempre, en la calle y en vos. Cuando de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus. Medio melón en la cabeza. Las rayas de la camisa pintadas en la piel. Dos medias suelas clavadas en los pies. Y una banderita de «Taxi Libre» levantada en cada mano.
Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

NODO norte

Un suplemento del Diario La Capital

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