¿DÓNDE QUEDA EL PARAÍSO?

 

VEDI SARDEGNA, E POI MUORI

 

 

Buenos días estimados lectores. “Vedi Napoli, e poi muori”, es una frase que todo el mundo dice. Ver  Nápoles, y después morir. Pero quizás no todos sepan que la famosa frase, no es otra cosa, que la traducción de “Siehe Neapel und stirb”. La versión alemana es la original, escrita por el famoso poeta Johan Wolfgang van Goethe.

En esta frase trató de encerrar todo lo que había amado cuando vivió en la ciudad: el clima, su gente, la historia, la cultura, su comida, y las bellezas naturales que conserva.

 

 

Es a Goethe a quien debemos la famosa frase, que se ha extendido por todo el mundo. “Napoli è un paradiso”, “Nápoles es un paraíso”, no dejaba de repetir el poeta alemán. Probablemente si hubiera vivido en Golfo Aranci, Cerdeña, otra sería la historia. No porque Nápoles no sea una ciudad maravillosa. Pero el paraíso, está en el Mar Tirreno, en la costa de Cerdeña.

 

 

Una isla que encierra, todo lo que se le puede pedir a un lugar en la Tierra, para sentirnos en el Cielo. Mar y Montañas, fauna y flora, corales y delfines, aguas cristalinas y una cocina milenaria plena de sabores.

 

 

Si un genio salido de una botella, les propusiera elegir un lugar para conocer, y les diese, solamente una oportunidad, no duden queridos lectores, en responder sin pensar: ¡Golfo Aranci en la Costa Esmeralda!

 

 

¿Por qué ese lugar? Si después de ver los videos que integran esté reportaje digital, y saber de los productos típicos, que se pueden probar, necesitan alguna aclaración, no duden en escribirnos.

 

LO PRIMERO ES LO PRIMERO

 

SARDEGNA AÉREA

 

 

LE QUATTRO STAGIONI DEL MARE IN SARDEGNA

 

 

GOLFO RIBELLE SU GOLFO ARANCI

Dispone de subtítulos y traducción simultánea

 

 

GOLFO ARANCI L’INCREDIBILE AMICIZIA TRA UN UOMO E I DELFINI DI FIGAROLO

 

 

SARDEGNA LONTANO DAL MARE

Dispone de subtítulos y traducción simultánea

 

 

UNA COCINA DE PRODUCTOS

 

MIEL DE CERDEÑA

 

 

Cuenta la leyenda, que Aristeo enseñó a los sardos, el arte de su producción. La medicina tradicional, lo describe como un remedio para muchos males, y da sabor a muchas especialidades sardas de repostería; producción típica de la isla, la miel conoce una cantidad considerable de variaciones sabrosas.

 

 

Antiguamente producida con el uso de colmenas rústicas, verdaderos cilindros de corcho en cuyo interior se reunían enjambres de abejas, la producción de miel está hoy fuertemente ligada al territorio. Aprovecha el trabajo insustituible de las abejas en colaboración con el fragante matorral mediterráneo para el envasado de preciados néctares uniflorales.

 

LOS CULURGIONES

 

 

Los culurgiones, son una variedad de ravioles, preparados con una masa a base de harina y agua, con los extremos en forma de espiguilla. El procedimiento requiere habilidad y delicadeza.

 

 

Los ingredientes con los que se elabora el relleno varían según la zona de procedencia. Se sirven cocidos, y sazonados con salsa de tomate fresco y un poco de pecorino.

 

 

EL JABALÍ

 

 

Sus orígenes se remontan al Neolítico, como atestiguan las secuencias de la cueva de Corbeddu en Oliena, que documentan por primera vez la presencia del jabalí. La  caza del jabalí, se practicaba en la antigüedad, y estaba muy extendida por toda la isla.

 

 

La carne de jabalí se expresa en platos ricos en sabor, protagonistas de fiestas y celebraciones tradicionales. El método a carraxu, consiste en colocar en un pozo, la carne envuelta en ramas de mirto y tomillo.

 

 

Después de haberlo cubierto con tierra, se enciende un fuego cuyo calor garantiza una perfecta preparación.

 

LOS PANES

 

 

En la tradición sarda, el pan ocupa un lugar muy importante. Ha sido considerado un elemento sagrado durante siglos. De alimento indispensable y cotidiano, ha pasado a ser una auténtica obra de arte.

 

 

Se elabora para todas las celebraciones, incluso para las funerarias, en que se prepara un pan sencillo sin adornos. Visto como un momento de gran importancia social, el ritual del pan se convierte también en el espejo de la calidad de los ingredientes que difieren de una zona a otra.

 

 

A través de sus formas y los gustos más diversos, marcó los ritmos de vida de los habitantes de Cerdeña.

 

LA BOTTARGA

 

 

Es un alimento preparado con huevas de pescado, extraídas sin dañarlas, saladas y secadas. Se puede elaborar con huevas de mújol o de atún, variando en color y sabor.

 

 

Excelente aperitivo si se combina con un chorrito de aceite, se convierte en protagonista en primeros y segundos platos, incluso como único condimento. Se puede comer cortado en finas fetas, o rallado, aportando al paladar todo el sabor del mar.

 

EL QUESO PECORINO D.O.P.

 

 

El pecorino sardo, se puede definir como el rey de los quesos sardos y símbolo de Cerdeña en el mundo. De textura compacta, y color blanco intenso, tiene una crianza de unos tres meses.

 

 

Gracias a esto, el producto final es un queso versátil, que se puede disfrutar en la mesa, en todos los platos. La tradición gastronómica de Cerdeña quiere que este queso se tueste y se coma en su punto crujiente.

Seis meses después de su producción, el pecorino sardo, se puede utilizar como queso rallado para sazonar primeros platos.

 

EL ATÚN

 

 

En las aguas de Cerdeña, se pesca atún desde hace unos 500 años, en particular el preciado Tonno di corsa. Su carne, rica en nutrientes y con un sabor muy agradable y delicado, es apta para diversas recetas, y es utilizada por chefs de todo el mundo.

 

 

En el período comprendido entre abril y mayo de cada año, los atunes se dirigen a gran velocidad hacia el canal de Sicilia, pasando por Cerdeña, de ahí el nombre de atún corriendo.

 

 EL LICOR DE MIRTO

 

 

Es un excelente digestivo, y el final ideal de cualquier comida en Cerdeña. Se prepara con las bayas del arrayán (*), un arbusto de la maquia mediterránea muy común en la isla.

 

 

Las bayas aromáticas se dejan macerar en alcohol, durante 40 días y luego se filtran; Se le añade un almíbar de agua y azúcar y luego se embotella. Después de 1-2 meses, es posible beber, este licor azul-violeta.

(*) No se debe confundir, con la Luma apiculata, el árbol del sur de la Patagonia, nombrado así por los europeos, por el parecido de sus hojas con las del Myrtus communis.

 

 

Emilio R. Moya

 

 

Fuentes: citadas y enlazadas en la nota

 

 

Oscar Tarrío

Director Periodístico Chefs 4 Estaciones en Chefs 4 Estaciones / Ex Editorial Diario La Capital

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